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¿Qué es el Lupus Eritematoso sistémico?

Colegio Mexicano de Reumatología

¿Qué es el Lupus Eritematoso sistémico?

Es una enfermedad autoinmune, es decir, una condición en la cual el sistema inmunológico (células que normalmente nos defienden de amenazas externas) reconoce como extrañas a las propias células de su organismo, produciendo inflamación, y destrucción o daño de las células propias y con ello, fallo en diversos órganos del cuerpo. Esta enfermedad se presenta con mucha mayor frecuencia en mujeres jóvenes (de los 16 a los 55 años), aunque se puede observar en todas las edades de hombros y mujeres. 

¿Cómo se manifiesta el Lupus Eritematoso Sistémico

Las manifestaciones clínicas del Lupus son extraordinariamente variadas, sin embargo, algunas de ellas son más consistentes entre los pacientes, tales como inflamación y dolor de las pequeñas articulaciones, caída de cabello, enrojecimiento de la cara, sobre todo con la exposición al sol, fatiga, debilidad muscular, cambio de coloración de las manos, úlceras en la boca. Hay síntomas que pueden ser graves, como falta de aire, hemorragia de alguna parte del cuerpo, trombosis de extremidades, fiebre persistente, o alteraciones de la función de riñones, cerebro, corazón o pulmones. Así como diversas alteraciones de laboratorio o de imagen que pueden encontrarse en estudios que soliciten otros médicos.

¿Cómo se realiza el diagnóstico del Lupus Eritematoso Sistémico?

El diagnóstico lo debe realizar un médico experto, generalmente un especialista en reumatología. Este especialista atenderá con detalle la descripción de los síntomas, especialmente cómo se han ido presentando a lo largo del tiempo y si hay opiniones de otros médicos, luego realizará una exploración física completa y solicitará exámenes de laboratorio generales y algunos especiales, dentro de los que se encuentra la identificación y medición de algunos autoanticuerpos. (En otro apartado de esta sección se hablará de los autoanticuerpos y su valor diagnóstico en las enfermedades reumáticas). Sólo el médico especialista es el indicado para establecer el diagnóstico de lupus.

¿Cuál es el tratamiento del Lupus Eritematoso Sistémico?

El lupus es una enfermedad crónica y, por definición, incurable. Actualmente se cuenta con tratamientos eficaces y seguros que permiten evitar el daño que puede producir la enfermedad y mantener un adecuado estado de salud. La elección del tratamiento debe ser individualizada ya que depende de las manifestaciones que presenta cada paciente y qué tan graves sean éstas. En muchos casos, sobre todo al inicio o en episodios de reactivación, se requiere el uso de corticoides (derivados de la cortisona) en dosis y tiempos variables, para los cuales, el especialista en reumatología es el experto en su manejo, por lo que siempre tratará de usarlos en las menores dosis y por el tiempo más corto. También se usa la hidroxicloroquina, que se sabe evita el daño, controla la enfermedad y evita los episodios de reactivación. En algunos casos se emplean medicamentos que modulan el sistema inmune, como azatioprina, micofenolato de mofetilo o ciclofosfamida, entre otros; y también se usan ahora agentes biológicos como rituximab, belimumab o anifroluma. El manejo integral incluye también medidas para el cuidado de la piel, el control de peso, el descanso cuando sea necesario, actividad física e incluso apoyo emocional. También es muy importante evitar el consumo de tabaco, mantener un adecuado esquema de vacunación y la participación de otros especialistas, aunque siempre bajo la dirección del especialista en reumatología.

¿Qué se debe hacer para evitar complicaciones y mantener una adecuada calidad de vida en Lupus Eritematoso Sistémico?

El diagnóstico temprano es muy importante, por lo que, ante síntomas como dolor de articulaciones, alteraciones en la piel, caída de cabello, sensibilidad anormal al sol o alteraciones de órganos internos que no se expliquen claramente, es necesario consultar al especialista en reumatología. El apego al tratamiento es esencial, pues siempre el médico está considerando un plan de largo plazo, por lo que no deben modificarse dosis ni tiempos en los que se indiquen los medicamentos. Siempre será importante la comunicación con el médico, por lo que cualquier cambio o síntoma nuevo o efecto adverso hay que mencionarlo en la consulta. En cada consulta el médico determina qué tan activa (despierta) está la enfermedad y si hay algún tipo de daño en algún órgano, por lo que no debe faltar a sus citas. Los pacientes con enfermedad inactiva, que no tienen reactivaciones o éstas son leves y evitan el daño a algún órgano generalmente gozan de una buena calidad de vida.

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